Hora oficial

I'm return to the blog ^^

martes, 29 de julio de 2008


Ahora vuelvo. ¿Por qué?

Bueno... antes tampoco había necesidad de escribir, ó a lo mejor sí... El caso es que no lo hice, y por ello no debo arrepentirme.

Tengo muchas ideas bullendo dentro de mi cabeza, creo que hasta demasiadas. Pero pronto vendrán a este blog, que en el fondo es como un pequeño diario, en el que expreso todo.

Seguiré con mis paranoias, con El misterio del monasterio de San Juan... y cosas nuevas (espero, no me apetece caer en el aburrimiento).


Y bueno, como es en general... Puedo contar algo de mí.

El curso... más que aprobado. Solamente me quedo el segundo trimestre de matemáticas, pero vamos, seguro que lo apruebo.

El verano... La verdad es que he estado tan entretenida que no he tenido tiempo para casi nada. En dos días me voy a Málaga, por fin. Tenía ya unas ganas... Mi primer año de vacaciones... (sí, nunca he tenido vacaciones).


Sólo espero no abandonarlo de nuevo; me da pena, la verdad. Creo que si me esfuerzo un poco, puedo actualizarlo día a día, aunque no me lea nadie ni me comente.

No importa, porque es una forma de expresarme y que, con un poco de suerte, alguien interesado me comente. Para qué negarlo: un comentario siempre sube el ánimo para poder continuar, pero la vida es dura y no siempre es lo que uno quiere o desea.


Dejo el tema para otro momento, que ya empiezo a desvariar y no puede ser.


Lo dicho... I'm return. ^^

Cuando te sientes solo

martes, 26 de febrero de 2008

¿Qué es lo que ocurre cuando te sientes solo? ¿Qué es lo que pasa por tu mente al sentir esa sensación extraña? Sólo personas que han vivido apartadas del mundo y que encima otras personas las han apartado aún más del mundo, entenderán lo que voy a decir...

Considero que tengo buenos amigos, aunque muchas veces éstos me fallan. Pero muchas veces, cuando estoy con ellos, me siento igual de sola de como si no estuviera con ellos. Sentir que no formas parte de esa conversación, de ese lugar, de esas miradas... que no formas parte de nada.

Lo peor es tener amigos y que un día te quedes solo; ellos se ponen malos, o no pueden quedar y tú tienes que desafiar el instituto, clase extraescolar o lugar de trabajo sin su apoyo. Sabes que allí nadie te acepta y todos intentan joderte un poquito más la vida, así que lo único que puedes hacer es apartarte de ellos para que no te hagan daño.

Ver que todos se lo pasan bien, que son felices... Y estar apartado de ellos y que no puedan o no quieran compartir contigo esa felicidad, es lo que pone a esa persona triste. Ella sólo busca el apoyo y la confianza en alguien para poder sobrellevar esta vida dura, donde la ley del más fuerte imperia sobre las demás...

Muchos podéis pensar que no es para tanto, pero para la gente que así lo siente sí lo es. No prentendo que lo comprendáis, sólo quiero que sepáis que hay gente a vuestro alrededor que necesita ayuda, que necesita que os déis cuenta de que piden auxilio; son gritos silenciosos que nunca escucharéis con sonidos. Nunca os lo dirán con palabras; una mirada bastará para saberlo. Sed inteligentes y sabréis comprender y ayudar a estas personas que tan mal lo pasan.

Capítulo 1 - Así era mi vida

viernes, 28 de diciembre de 2007

El atardecer se iba acrecentando, y con ella, el miedo de la gente. Pequeñas casitas, hechas con ladrillo y pintadas de blanco se esparcían por todo el lugar. No eran muy grandes, pero suficientes como para hacer ver que mucha gente habitaba aquel sitio.

Hacia el oeste, por donde se escondía el rey Sol, un gran monasterio destacaba. Su estructura era de color negro como la noche, y a diferencia de las casitas, éste era mucho mayor. También se podía observar que tenía ventanas rotas, cortinas que se movían al compás del viento, puertas que chirriaban, entre otras cosas.

Nadie en mucho tiempo se acercó a ese lugar, pues toda la gente decía que estaba maldito. Corren muchos rumores sobre por qué nadie lo habita, pero ninguno se acerca a la realidad. Sólo mis amigos y yo pudimos desentrañar aquel enigma, pero para ello... tuvimos que hacer un gran sacrificio.

Pero antes de comenzar plenamente con mi historia, me gustaría presentarme. Soy Annet, aunque mi nombre real es Ana Teresa. Mi nombre nunca me gustó, así que decidí cambiarlo un poco. Mi padre era empresario, y la verdad, chapado a la antigua. Mi madre murió cuando yo era pequeña. No tengo ningún recuerdo de ella, así que no puedo contar demasiado.

La empresa de papá era de zapatos. De primeras no parece que pudiera tener mucho éxito, pero en eso se equivocaron. Utilizaban buenos materiales, y lo vendían a un coste bajo, por lo que la gente los compraba. La competencia era más cara que ellos, así que pronto el dinero creció.

Vivía en la gran ciudad, donde toda la gente importante se juntaba, y donde la apariencia lo era todo. No lo voy a negar: era una niña rica y consentida. Tenía todo lo que quería: cosas caras, “amigos”, caprichos a altas horas de la noche...

Pero un día, todo eso cambió. De buenas a primeras, dejé de tener cosas caras; poco después, los “amigos” se fueron esfumando a mí alrededor, al igual todos mis caprichos. La causa de ello fue que la empresa se fue a pique, y nos quedamos sin nada.

Las deudas estaban por todos lados, tuvimos que vender nuestra casa... Mi padre estaba al borde de un ataque de nervios. Y como supondréis, al final vino la tragedia. Un día me encontré a mi padre en el baño, con un revólver en la mano. Y delante de mí, se suicidó. Nunca olvidaré ese recuerdo, al principio doloroso; luego, se convirtió en un recuerdo más.

Sin rumbo a donde ir, acabé por irme a Prados Verdes con mis tíos. Son los únicos parientes vivos que tengo, y aunque ya son un poco mayores, siempre me han cuidado. Los considero como si fueran mis verdaderos padres, ya que nunca pude tener el cariño que ellos me han dado.

Pasaron los años, y comencé la secundaria. No éramos muchos niños en el pueblo, pero yo siempre había estado sola. Aún siendo muy poco social, una chica de ojos verde esmeralda y cabello a media melena y rojizo intentó tener una conversación conmigo. Fue difícil, ya que no me fiaba de nadie.

Poco a poco, todos los días, la chica se acercaba a mí, intentando darme conversación. Ninguno de sus temas me interesaba, pero me sentía a gusto; me sentía acompañada.

Después de un año así, al final decidí que era hora de dejarse de tonterías y empezar de nuevo. ¿No era eso lo que había hecho al irme a Prados Verdes? ¿Por qué no darle una oportunidad a aquella chica que se preocupaba por mí, y que nunca obtenía respuesta?

Así fue cómo empezó nuestra amistad. Naomi y yo éramos inseparables. Poco tiempo después, me presentó a Javier y a Mateo, dos de sus mejores amigos. Los cuatro nos hicimos muy buenos amigos, y siempre soñábamos con correr grandes aventuras. Lo que no sabíamos es que un día esas aventuras las haríamos de verdad...

Lo que puede hacer la magia de la ilusión...

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Hoy, navegando en busca de blogs afines al mío, encontré el blog de una niña de tan sólo nueve años. En él leí algo que (para qué negarlo), al principio me hizo gracia, pero que luego me hizo plantearme preguntas que, en el fondo, no tienen respuesta.

Lo que me hizo pensar fue el siguiente texto:


"Una de mi clase que es un poco tonta me ha dicho que los Reyes Magos son mis padres. Pero no puede ser porque en mi familia no hay nadie negro."


Eso es lo que se llamaría "la mirada de un niño". Es cuando las cosas ocurren, pero no entiendes lo que realmente quieren decir éstas; cuando lo más importante es jugar y divertirte, sin que nada más importe, sin pensar, sin mirar que hay todo un mundo detrás.

Ahora, que somos más mayores, les damos mucha importancia a las cosas, y nos dejamos llevar por el "qué dirán". Sólo nos fijamos en nuestro aspecto exterior, en cómo nos verán los demás, y si esa actitud no es lo bastante "cría" como para que la gente nos acepte en su círculo social.

No puedo decir que yo me excluyo, porque no sería justo. Y hasta puedo decir que soy la primera que lo piensa, la primera que a veces se deja llevar por las aparencias. Lo cierto es que el mundo se mueve por eso, porque la gente adinerada lo promueve, hacen ver todo lo que tú no tienes, y que si no eres de tal ó cuál manera, nunca te aceptará nadie. Y no es así.

Todavía, a pesar de los tiempos que corren, queda gente que te va a querer tal y como eres, y no por lo que quieres aparentar ser; son esas personas con las que puedes ser ese niñ@ que siempre fuiste y que nunca quisiste sacar a la luz. Porque dentro de todos nosotros, todavía, y siempre, quedará una parte de ese niño que una vez fuimos.

Sólo os puedo decir que, en alguna parte de este mundo (no de este planeta, de este mundo), habrá alguien que sepa apreciaros tal y como sois, y por mucho que queráis creer que nadie os entiende... puede que la persona que más se enfade contigo sea porque se preocupa por ti, y tú sólo piensas que se enrabieta por cosas que solamente tú entiendes.

Y muchas veces... me gustaría volver a ser un niña dulce e inocente. Volver a verlo todo con ojos de niño.

Después de un tiempo, vuelvo a la carga.

lunes, 17 de diciembre de 2007

¡Buenas! Pues ahora saco un ratito, porque he estado ocupada, y esto requiere mucha paciencia. Poco a poco, como podréis haber visto, he renovado la página un poquito. Creo que soy como los turrones, que vuelven a casa por Navidad. Pero la verdad es que la Navidad en sí no me gusta, sólo me gusta el frío del invierno, los catarros (no demasiado, pero... ¿qué sería de un invierno si no te costipas?), las miles de fundas que te pones para no pasar frío, las ganas de quedarte en casa a lo calentito (problema que aflorece cuando la calefacción o la estufa no funcionan, y entonces te tienes que poner tanta ropa que pareces un esquimal y al andar un pingüino), el ver como llueve o nieva a través de la ventana, cómo se mecen los árboles por el viento, ese pañuelo que tienes que llevar todo el rato en el bolsillo porque se te cae el moquillo... En fin, el invierno es algo que a muchos disgusta, pero ese no es mi caso.



Y cambiando un poco de tema. He decidido que este blog también sea para compartir ideas o pensamientos míos (como por ejemplo, lo que acabo de escribir arriba), y cuando alguien más entre, puede que empiece a poner la historia de la que hablé en la anterior entrada.



Y hablando de historias. La que dirijo con mi compañera Kotori está estancada, pero poco a poco nosotras hemos hecho un cómic (que no tiene que ver con la historia, pero bueno ^^U), y también hizo muchos dibujos sobre la historia (ésta sí es de nuestra historia). Espero poder seguirla pronto, ya que sólo pudimos hacer el principio.



También he empezado una nueva historia (por ahora llevo muy poco), que trata sobre un policía y los casos que lleva. Sólo llevo una hoja del word, porque tampoco sé muy bien como seguir (y eso que ese campo se me da bien, porque soy una viciada a ese tema). Prefiero coger con tiempo esa historia, aunque la verdad: creo que me está quedando muy bien, para qué negarlo.



Llevo pensando un rato si ponerlo o no, porque... Bueno, el texto que quiero poner aparece en "El misterio del monasterio de San Juan", aunque no es revelador para la historia... ¿O sí? El caso es que así sólo no reluce nada de la trama, así que lo pongo:




"¿Qué es lo que entendemos por “olvidar a una persona”? De primeras, parece que es olvidarla completamente; pensar que nada te unía a esa persona, que no mereció la pena vivir lo que viviste a su lado... Pero en el fondo no es nada de eso. Lo que realmente queremos decir con “olvidar a una persona” es hacer de su recuerdo y de su imagen algo indoloro para, muchas veces, no hundirnos en la tristeza.

Muchas veces es fácil “olvidarnos” de esa persona, y las razones pueden ser muy diversas. La mayoría son porque nos hicieron daño y preferimos dejar su recuerdo a un lado y no pensar en lo que sucedió; otras veces es más difícil, porque a la persona que intentamos olvidar la queremos más que a nuestra propia vida, y sentimos que nuestro corazón va a estallar de un momento a otro sin razón aparente. Eso es amor.


¿Y que le sigue después de querer “olvidarnos” de esa persona? El tener la necesidad de apoyarnos en otras y expresar nuestros sentimientos con ellas. En esos momentos sólo esperas ser tratado con cariño y compresión, pero a veces te puedes encontrar con lo contrario. Por eso, muchas veces, no expresamos lo que sentimos y nos lo callamos."








¿Qué es lo que pensáis? ¿Que está en lo cierto? ¿Que no? ¿Qué es una caca futi? ¿Qué por qué soy tan ñoña? (Más os vale que eso no lo digáis ¬¬).



Todo esto son pensamientos que tengo, creencias que a lo mejor no coinciden con las vuestras, pero que para mí son importantes, y realmente creo que es así. Sólo es algo que queremos hacer creer a nuestra mente para no sufrir, pero en el fondo sabemos que no es así...

Bueno, se me hizo tarde, así que os dejo. Espero que ésta entrada haya sido de vuestro agrado. ^^